JESUS QUE TE MIRE MUCHAS VECES PARA DARME CUENTA DE LO QUE ME AMAS

JESUS QUE TE MIRE MUCHAS VECES PARA DARME CUENTA DE LO QUE ME AMAS
PULSAR Y RECITAR LAS ORACIONES Y LAS PROMESAS DE JESÚS

lunes, 22 de diciembre de 2014

20 PROMESAS A QUIENES LLEVEN EL ROSARIO (FISICO)




Las 20 Promesas de la Virgen a quienes lleven consigo el santo Rosario

1- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llevaré hasta Mi Hijo.

2- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los ayudaré en sus empresas.

3-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, aprenderán a amar la Palabra y la Palabra los hará libres. Ya no serán esclavos.

4- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, amarán a Mi Hijo más y más.

5- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un conocimiento más profundo de Mi Hijo en sus vidas diarias.

6- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un deseo profundo de vestir con decencia para no perder la Virtud de la modestia.

7-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, crecerán en la virtud de la castidad.

8-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una conciencia más profunda de sus pecados y tratarán sinceramente de enmendar sus vidas.

9-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán un profundo deseo de difundir el mensaje de Fátima.

10- Sobre todos que lleven piadosamente el Rosario, derramaré las gracias de las que soy medianera.

11-Todos que lleven piadosamente el Rosario, serán llenados de un profundo deseo de rezarlo y meditar sobre los misterios.
12- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán paz en sus vidas diarias.

13-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, serán reconfortados en momentos de tristeza.

14- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, se les concederá el poder de tomar decisiones sabias a través del Espíritu Santo.

15- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, los llenaré de un profundo deseo de llevar el Escapulario café del Monte Carmelo.

16- Todos los que lleven piadosamente el Rosario, venerarán Mi Inmaculado Corazón y el sagrado Corazón de Mi Hijo Jesús.

17-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, no tomarán el nombre de Dios en vano.

18-Todos los que lleven piadosamente el Rosario, tendrán una profunda compasión por Cristo crucificado y crecerán en su amor por El.

19- Muchos de los que lleven piadosamente el Rosario, serán sanados de enfermedades físicas, mentales y emocionales; así que llevadlo a los enfermos y moribundos.


20- Las familias que lleven piadosamente el Rosario, tendrán
paz en sus hogares.

lunes, 1 de diciembre de 2014

PROTÉGEME DIOS MÍO QUE ME REFUGIO EN TI.


San Benito, protégenos

Te conjuramos, espíritu del Mal, para que no te acerques a estas páginas, ni a sus autores, ni a sus familias; y que te alejes de esta medalla de San Benito bajo cuya protección y amparo han sido colocadas; en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene. Asimismo, que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del Adversario, todo el poder del Diablo, todos los ataques e ilusiones de Satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo. Amén. Así sea.

San Antonio Abad, ayúdanos

San Antonio Abad, patrono de los eremitas, nos enseñó que "la meditación fortalece el alma contra las pasiones y el Mal". Y dejó escrito que para luchar contra el Mal, son infalibles armas tales como la fe, la oración, la paz interior o la humildad. Su símbolo y el de los primitivos Antonianos, la cruz Tau de color azul - cruz de la que siglos después se apropiaron los franciscanos-, es también el nuestro, junto a la medalla de San Benito, el patriarca de los monjes. Ambos santos ejemplares son nuestros protectores e inspiradores en la constante lucha que mantenemos contra las fuerzas del Mal.

lunes, 9 de junio de 2014

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12):

Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12):

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»

Palabra del Señor

domingo, 2 de marzo de 2014

ESTACIÓN DEL VÍA CRUCIS


Oraciones iniciales
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.
Acto de contrición
Jesucristo, mi Dios y mi Salvador: yo me arrepiento de corazón de todos los pecados que he cometido, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar. Confió en que me perdonarás mis culpas y me llevarás a la vida eterna, porque eres bueno. Amén.
Ofrecimiento
Señor mío Jesucristo que nos invitas a tomar la Cruz y seguirte, caminando tú delante para darnos ejemplo: danos tu luz y tu gracia al meditar en este Vía Crucis tus pasos para saber y querer seguirte. Madre Dolorosa: inspíranos los sentimientos de amor con que acompañaste en este camino de amargura a tu Divino Hijo. Amén.


Al principio de cada estación se dice:
Te adoramos, Cristo, y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.

Después de cada estación se dice:


Señor, pequé, ten misericordia de mí, y de todos los pecadores...

Se añade a cada estación:
Un Padre nuestro, un Dios te salve María y un Gloria al Padre.


Primera Estación
Jesús es condenado a muerte.

Pilato mandó sacar a Jesús y dijo a los judíos: “Aquí tenéis a vuestro rey”. Pero ellos le gritaban: “¡Fuera, fuera, crucifícalo!” Pilato les dice: Pero ¿cómo he de crucificar a vuestro rey?” Respondieron los príncipes de los sacerdotes: “Nosotros no tenemos más rey que al César”. Entonces se los entregó para que fuera crucificado (Juan 19, 13-16).


Segunda Estación
Jesús con la cruz a cuestas.

Los judíos tomaron a Jesús y cargándole la cruz, salió hacia el lugar llamado Calvario (Juan 19,17).





Tercera Estación

Jesús cae por primera vez

He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, y mis mejillas a los que me arrancaban la barba; no aparté la cara ni los ultrajes ni de las salivas que me echaban (Isaías 50,6).



Cuarta Estación
Jesús encuentra a su Santísima Madre.


Una espada atravesará tu corazón (Lucas 2,35).



Quinta Estación
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz.

Cuando llevaban a Jesús al calvario, detuvieron a un cierto Simón el Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz, para llevarla, detrás de Jesús (Lucas 23,26).



Sexta Estación
La Verónica limpia el rostro de Jesús.

Muchos se horrorizaban al verlo, tan desfigurado estaba su semblante que no tenía ya aspecto de hombre (Isaías 52,14).



Séptima Estación
Jesús cae por segunda vez.

Eran nuestros sufrimientos los que llevaba, nuestros dolores los que le pesaban… Ha sido traspasado por nuestros pecados, deshecho por nuestras iniquidades… (Isaías 53,4).



Octava Estación
Jesús consuela a las piadosas mujeres.


Seguían a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres, que se golpeaban el pecho y lloraba por él. Pero Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: “¡Hijas de Jerusalén!, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos” (Lucas 23,27-28).



Novena Estación
Jesús cae por tercera vez.

Venid a mí todos los que estáis cansados y oprimidos y os aliviaré. Cargad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas (Mateo 11, 28-29).



Décima Estación
Jesús es despojado de sus vestiduras.

Llegados al lugar llamado Gólgota le dieron a beber a Jesús vino mezclado con hiel, pero él, habiéndolo probado, no quiso beber. Los que lo crucificaron se repartieron sus vestidos a suertes (Mateo 27,33).



Undécima Estación
Jesús es clavado en la cruz.

Cuando llegaron al lugar llamado Calvario, crucificaron allí a Jesús y a dos malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda (Lucas 23, 34).



Duodécima Estación
Jesús muere en la cruz.

Hacía la sexta hora, las tinieblas cubrieron la tierra hasta la hora nona. El sol se eclipsó y el velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús, con fuerte voz dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Y al decir esto, expiró (Lucas 23, 44-46).



Decimotercera Estación
Jesús en los brazos de María Santísima.

Un hombre llamado José, el cual era del Consejo, hombre bueno y justo, quien esperaba también el reino de Dios, que no había estado de acuerdo con la resolución de ellos, en sus actos, fue a ver a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Después lo bajó, y lo amortajó en una sabana (Lucas 23, 50-53).



Decimocuarta Estación
Jesús es puesto en el sepulcro.

José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia, y lo depositó en su propio sepulcro nuevo, que había hecho cavar en la roca. Hizo rodar una piedra grande a la puerta del sepulcro y se retiró (Mateo 27, 59-60).



Última Estación
La resurrección de Jesús.

¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado (Lucas 24,5).

domingo, 12 de enero de 2014

ORACIÓN EN CONTRA DE LOS PECADOS DE LA CARNE.





Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Bernabé Nwoye, en Nigeria...
En Julio de 1995, a la hora de la Divina Misericordia (15:00), Nuestro Señor llamó por primera vez a Bernabé Nwoye, siendo un adolescente de 17 años de edad, en Olo, Estado de Enugu, Nigeria. Nuestro Señor le reveló a Bernabé la Devoción a la Preciosísima Sangre, la cual es el arma de los últimos tiempos para que todos Sus hijos se preparen para los acontecimientos venideros.
28 de julio de 1998                         Hora: 9 pm
Lugar: Capilla de la Novena, Olo, Nigeria

EL PESO DEL PECADO ESTA DOLIENDO INMENSAMENTE EN MI SAGRADO CORAZÓN.

Durante nuestra novena de oración, tuve la visión de nuestro Señor Jesucristo siendo despojado de Su vestidura. Los soldados lo sostuvieron mientras le quitaban Su vestidura a la fuerza. La multitud se burló de Él con todo tipo de malas palabras. Nuestro Señor estuvo desnudo delante de una gran multitud. El aguantó lavergüenza y la desgracia.

Después de un rato, la visión se desvaneció y una nube bajó y cubrió todo el lugar. Luego, allí apareció el Santo Rostro de Jesucristo en gran agonía. El calmadamente dijo:

“Hijos Míos, el peso del pecado está doliendo inmensamente en Mi Sagrado Corazón. Yo soy el Agonizante Jesucristo a quien continuamente le despojan de Su vestidura y lo exponen a la vergüenza pública. Yo los llamo, vengan y consuélenme.
Hijos Míos, oren mucho por Mis jóvenes para que regresen a Mí. Oren para que ellos tengan temor de Dios y por su salvación. Miren, muchos se perderán por los pecados de la carne.  La fornicación y el adulterio han arruinado a la Iglesia. Hijos, vean como los hombres están por cambiar el nombre a la fornicación y al adulterio. Algunos de Mi pueblo usan esto como pan diario. Ellos no pueden vivir sin fornicar ni cometer adulterio. De la misma manera, el número de inocentes, niños no nacidos, se multiplica y aumenta. 
Hijos, todo esto duele enormemente en Mi Corazón y aumenta Mi agonía. ¿Sabían ustedes que Yo fui desnudado en frente de todos los hombres para que ustedes combatieran y vencieran el deseo de la carne que los lleva a este pecado de la fornicación y adulterio? ¿Sabías hijo Mío, que sufrí la vergüenza y la desgracia para que tu pares de pecar? Yo perdí toda Mi vestidura para que tú detengas los pecados de la carne. Pero tú me recompensas con la inmoralidad.
Yo he venido a salvarte. Ustedes son Mis hijos e hijas.  Yo los amo.  Yo los protejo en contra de su enemigo.   ¿Por qué Me están haciendo todas estas cosas a Mí?  Por su bien, Yo le ofrecí esta oración a Mi Padre:”

ORACIÓN EN CONTRA DE LOS PECADOS DE LA CARNE.

“Padre Santo y Misericordioso, Tu Hijo Unigénito está parado desnudo a la vista de todos los hombres, para que Tu pueblo conozca y tema Tu Santa Ley. Acepta mi humilde oración por todo Tu pueblo que vive en iniquidad, fornicación y adulterio, para que por toda la vergüenza y desgracia que soportó Tu Unigénito Hijo, Tú toques sus vidas para que se arrepientan y se salven. Que ellos, a través de la Sangre Preciosa de Tu Hijo Jesucristo, la cual ruego caiga en sus corazones, ganen arrepentimiento y sean salvados.  Que por la vergüenza de Tu Hijo, los lleves a un profundo arrepentimiento. Amén.”

“Hijos, Mi adversario usa este pecado para reclamar a todos los hombres como suyos. Yo los llamo a que trabajen arduamente y salven a su gente. Digan esta oración y enséñenla al mundo. Cualquier pecador, que continuamente rece esta oración, ganará verdadero arrepentimiento. Nuevamente, mientras más la recen, más regresarán a Mí y dejarán la fornicación y el adulterio. Muchas almas se han perdido por el pecado de la carne. Trabajen duro para salvar almas. Yo soy el Agonizante Jesús. Yo los amo. Yo los bendigo a todos.”

Inmediatamente la visión terminó.

domingo, 5 de enero de 2014

JESÚS MISERICORDIOSO ME ABANDONO A TU DIVINA MISERICORDIA





Señor, líbrame de todas mis fobias, miedos y temores.
De todos los males desde mi nacimiento, y  adolescencia, de todo lo que he ido acumulando durante toda mi veda, libérame de todas las culpas que yo mismo me achaco, de las resoluciones inapropiadas que he hecho a lo largo de mi vida, por dejarme llevar del orgullo, amor propio, vanidad, desordenes y falta de caridad con Tigo, el prójimo y a mi mismo.
líbrame de toda culpa del pasado para con mis familiares, y demás hermanos, líbrame de toda atadura con el maligno, líbrame de las calumnias, chismes y trampas, de la envidia y el odio, condúceme en la generosidad, la sencillez y el amor, para parecerme más a Ti, confíame Amado y Misericordioso jesús, al cuidado de tu Bienaventurada Madre, que Tú mismo me la diste en la cruz, como Madre, que Ella me proteja, me cuide, me sostenga en las tentaciones y peligros de la vida. Te pido mil perdones y no me cansaré de pedirte perdón mientras tenga un soplo de vida, pero siempre estaré en la confianza de que me has perdonado todo, por qué un corazón contrito y humillado, Tú no lo desprecias. Señor, haz que brote también para nosotros una fuente de purificación, para todos nuestros pecados e inmundicias, como has prometido para la Casa de David y los habitantes de Jerusalén.


Mercedes Ramos